Los sellantes son fundamentales en la
parte de la prevención. Funcionan como protectores que se aplican sobre la superficie
profunda de los dientes(los molares), los cuales al tener una anatomía
irregular, es decir muchas fosas o cavidades, facilitan la acumulación de
comida, lo que favorece la aparición de placa bacteriana y caries.
Al aplicar sellantes sobre estos zurcos,
no solo mejora la higiene sino que también evita que se empaquete comida en su
interior.
Se conseja aplicar el tratamiento después
de los 3 años de edad cuando ya están todos los molares, e incluso, hasta los
15 años, pues se supone que en esta edad los jóvenes tienen mas conciencia del
cuidado de su higiene oral y cuidan mejor su boca.
Los sellantes se recomiendan en pacientes
de alto riesgo como aquellos con discapacidad motriz, psicológica o mental y en
los que tienen una pésima higiene oral. Deben revisarse cada seis meses para mirar si están de cambiar